La informática se ha constituido, probablemente, en el signo cultural de nuestra época. Con la informática y, en general, con las modernas técnicas de manipulación y transformación de la información, el hombre está dando otro gran paso en el camino de sus posibilidades y ninguna persona conciente de vivir en esta época debe ser ajena a ellas.
En confluencia con lo pedagógico, desempeña un importantísimo papel de medio didáctico, ya que permite numerosas aplicaciones para la enseñanza – fiel ejemplo es el que hoy están experimentando nuestros alumnos.
Junto con el potencial que le suministra la interactividad, la novedad, la motivación, la apreciación social, etc., puede ser una potente mediadora del aprendizaje y de la construcción de conocimientos.
La creación de espacios interactivos, como las páginas web, los blogs, etc. para enseñar materias de las diversas áreas curriculares, etc., no debe separarse de procesos de innovación didáctica. La introducción de ellos las aulas (y , en general, de todas las nuevas tecnologías) exige ampliar el concepto de alfabetización, pues “además de saber leer, escribir, calcular y dibujar, se deberá procurar leer y escribir programas, navegar por la red, establecer vínculos entre imágenes… igual que hasta ahora se exigía que los alumnos hablasen, escribiesen y calculasen bien”.
(Prats 2002).
Las nuevas tecnologías son un bien deseable en la educación, pero pierden eficacia si falta el concurso del educador, que es quien le concede todo su valor, al integrarlas debidamente en el proceso educativo.
Hoy estamos llamados a responder a los desafíos que se presentan, atentos a la realidad para ajustar nuestras actuaciones a ella. Esperamos puedan acceder a las actividades programadas, para que continúen, desde sus casas con la tarea escolar.
Agradecemos el trabajo que cada docente planifica para llevar adelante la construcción del Blog Misericordia, y especialmente, a la Profesora de Informática, Sra. May Stoffel, por su esfuerzo y dedicación, como coordinadora del emprendimiento.
Nos unimos en oración comunitaria poniendo como intención las necesidades de cada una de las familias de la Misericordia.
Lleguen a Uds. nuestros cordiales saludos.
María Alejandra Splendiani y María Marcela Aguilar
